Conozco a muy pocas personas capaces de abordar cuestiones con la amplitud de enfoque y la capacidad técnica de Marcela. Desde el análisis y el asesoramiento jurídico hasta el asesoramiento empresarial competente, pasando por la resolución de problemas de forma hábil y pragmática, todo ello con la calidez humana y la comprensión personal. Es una guerrera dura y bien armada, con una ética clara y una comprensión holística de las personas y las organizaciones. Como Presidenta de Vistage, ha sido una poderosa articuladora de ideas y opiniones, implacable en su búsqueda de maximizar nuestras capacidades como grupo y como individuos, siendo al mismo tiempo tolerante y flexible. Un difícil equilibrio que sólo puede alcanzarse mediante el compromiso y la determinación, dos virtudes que yo diría que están en el núcleo de su personalidad. En mi mentoring personal continuo con ella recibí visiones y recomendaciones de negocio con un nivel de creatividad y pragmatismo que me permitieron tanto empezar a cambiar cosas en una semana como cuestionar muchos aspectos que necesitaban un enfoque a largo plazo y yo no estaba ponderando correctamente. En cada conversación que mantuvimos me quedé con nuevas preguntas, puntos de acción y perspectivas diferentes de temas en curso, lo cual -si me preguntan- es el máximo objetivo que puedo esperar de cualquier mentor. No puedo pensar, en un líder u organización -de cualquier tamaño o industria- que no se beneficiaría de los consejos de Marcela.